19 de noviembre: Día de la Filosofía

«Haz que yo sea bello por dentro; que yo considere rico a quien es sabio y que sólo posea el dinero que puede tomar y llevar el sabio>>: Sòcrates

Por: Luis Eduardo Forero Medina

https://economiacolombiana2.blogspot.com/2020/11/19-de-noviembre-dia-de-la-filosofia.html

En este siglo “Parece claro que la salud es una cuestión más filosófica que científica” y que la primera està necesitando un poco de la segunda, indicó el Dr. Carlos Gherardi.

De acuerdo al sacerdote salesiano Andrés Rosa, la filosofía de todos los tiempos descansa sobre tres grandes columnas: la antigua en Aristóteles, la escolástica en Santo Tomas y la moderna en Kant. El primado filosófico varía según lo siglos; durante los siglos XVII y XVIII Francia e Inglaterra llevaron ese distintivo, que le fue arrebatado en el siglo XIX por Alemania, a través de Kant quien tiene su particular opinión sobre el concepto de salud.

Aristóteles, nacido en Estagira en Macedonia el año 384 antes de Cristo, fue amigo de Platón, llamado así por tener las espaldas anchas y planas. Aristóteles enseñaba a los jóvenes paseando (peripatética), y recogiendo en apuntes lo que pasaba por su mente las 24 horas del día; la mayoría de sus escritos se perdieron. El estagirita educó a Alejandro Magno, y dejó como legado una doctrina que es “la fuente inexhausta de todos los pensadores”. Para Aristóteles un médico aprobado debe cursar sseis años, cuatro para la teoría y dos a la práctica.

Sócrates, tenido como el más sabio de todos los tiempos, es el autor de respuestas como “sólo sé que nada se” y “conócete a ti mismo”. Rezaba así: «Haz que yo sea bello por dentro; que yo considere rico a quien es sabio y que sólo posea el dinero que puede tomar y llevar el sabio>>. De la época pos Aristotélica, surgió la corriente de los cínicos, Diógenes recorría de pueblo en pueblo con un talego al hombro y una linterna en busca del hombre perfecto. De este ciclo surgió la gran biblioteca de Alejandría. El escepticismo, resumen de la doctrina del pirronismo, enseña que el verdadero sabio desconfía de todo: no afirma ni niega nada.

Los filósofos no han pasado muy lejos del camino, como lo han recordados los Obispos de Roma: Sócrates rezaba así: «Haz que yo sea bello por dentro; que yo considere rico a quien es sabio y que sólo posea el dinero que puede tomar y llevar el sabio. No pido más». El Memorial de Blaise Pascal. Comienza así: «Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, no de los filósofos y de los sabios. Certeza, certeza. Sentimiento. Alegría. Paz. Dios de Jesucristo». El filósofo Ludwig Wittgenstein recordaba que «orar significa sentir que el sentido del mundo está fuera del mundo». Pascal anota incluso el momento preciso en el que sintió esa realidad, habiéndola encontrado finalmente: la noche del 23 de noviembre de 1654. No es el Dios abstracto o el Dios cósmico, no. Es el Dios de una persona, de una llamada, el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob, el Dios que es certeza, que es sentimiento, que es alegría.

La filosofía grecorromana recoge como a su mejore embajador a Cicerón, “expositor de elegancia suma”, aclamado como ninguno en la magistratura y en el foro. Cicerón se declaraba ecléctico (no era adepto a ninguna escuela). El primer moralista latino es Séneca, predicador del estoicismo.

Con la muerte de San Agustín (430) “termina prácticamente el mundo antiguo del saber”, engendrado por la filosofía patrística; Tertuliano, de este segmento “como apologista no tiene rival”. Del siglo V al IX se crean las Escuelas y Universidades, “la gente anda en busca de la piedra filosofal, que debía convertir todas las cosas en oro”. El postrer filósofo cristiano romano fue Boecio.

Surge la Escolástica del siglo IX hasta la mitad del XIII. En la Edad Media empieza la influencia del Doctor Angélico (Santo Tomás de Aquino); estimados sus textos de obligatoria consulta y referencia. En el siglo XIV por cuenta de la peste que azotó a Europa, la filosofía “decae rápidamente”. La filosofía racionalista es propagada a principios del siglo XVI por Lutero. El Renacimiento o época del Humanismo se dio desde 1651 hasta 1789, y salta a la palestra Luis Vives que se revela contra la Escolástica y propone re caminar con Cicerón y Séneca. Renacimiento era “cultivo de la mente en la literatura, en el arte y en la sabiduría”. Antes que Copérnico, Nicolás de Cusa descubrió la rotación de la tierra. Son de estos días Francisco de Vitoria, el padre del derecho internacional; Francisco Suárez, profesor en Salamanca a los 22 años; llamado el Doctor Eximio, y Pico de la Mirándola que se anticipó tres siglos a los enciclopedistas en la pretensión de “poseer” todos “los secretos de las cosas conocidas y conocibles”. El gran advenimiento de René Descartes, el filósofo de la “duda metódica”, llega en 1596. Ortega y Gasset considera a Descartes como “el primer hombre de la edad moderna”. Es el holandés de la doctrina Cógito, ero sum (pienso, luego existo). Pascal llama al hombre una caña que piensa (un Roseau pensant). Bossuet, filósofo católico, es “el orador sagrado más grande de los tiempos modernos”. El padre Rosa estima que Bacón, “significa la culminación del Renacimiento”. El XVII es el siglo de las luces. En todo se quiere aplicar el sistema de “reemplazo”, demoler para construir de nuevo. Aparecen la Enciclopedia, con la pretensión de contener todo el saber, editada por Diderot y D´ Alembert, y colaboradores Montesquieu, Rousseau y Voltaire. A principios del siglo XVIII y finales del XVII, Leibniz fue el filósofo más prominente; para él no hay otro mundo mejor que el nuestro. Voltaire, fue el escritor más polémico, por su estilo agudo, original y entretenido. A Rousseau se acude hoy rememorando y aplicando El contrato social, donde se plantea la teoría del pueblo soberano.

La filosofía moderna, según la clasificación adoptada, empieza en Manuel Kant, escritor prolífico que “nadie puede prescindir de estudiar”. En su cátedra de filosofía en 1770, “sus lecciones eran esperadas con ansía”. “Es imposible subestimarlo; o se le sigue, o se le impugna”. Kant marca, pues, él solo, una época en la historia de la filosofía, señaló Álvaro Sánchez. En el siglo XIX “hay gran confusión de ideas”: Staurt Mill y Bentham con el utilitarismo; Darwin y Spencer, el evolucionismo; Nietzche, el superhombre; Kierkegaard, el existencialismo, Lombroso y la escuela criminalística, y otras corrientes. Para Hegel, lo que existe para mí, es el espíritu. En el siglo XX contestan presente Franz Brentano, “uno de los fundadores de la filosofía de hoy”; José Ortega y Gasset; Freud y su psiconeurosis, el existencialismo con Heidegger, el “metafísico de la nada” y Sartre, “parasito histérico”, según Papini.

@luforero4