Desenchúfate, apaga la luz que no necesitas

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En OPINIÓN LIBRE | Miércoles 23 de octubre del 2019 - 8:20

Apague las luces que no se necesitan, desconecta electrodomésticos que no se usan, emplee menos agua caliente y exija una economía de energías renovables. Ahorrar energía es un hábito que se aprende desde la niñez.

La familia modelo en uso responsable y eficiente de energía y que comprueba la baja de precio la factura mensual de electricidad, vive en un sitio donde aprovecha al máximo la luz natural y cuando el sol se oculta utilizan lámparas de bajo consumo que son limpiadas permanentemente.

Las habitaciones y zonas comunes están diseñadas para ahorrar energía; en las primeras se usa iluminación dirigida, no a toda la alcoba en las que al igual que las zonas comunes están instalados temporizadores. En las puertas se usa cristal y paredes y techos pintados de color blanco, tonos neutros y amarillos

En verano el aire acondicionado, que es lo que más consume de energía, cuenta con la tecnología Inverter. Sus equipos electrodomésticos poseen la etiqueta de eficiencia energética, y las congeladoras y refrigeradores están instalados lejos de fuentes de calor o rayos solares.

Lo anterior es la realidad, la ficción es una obra de teatro que narra “la historia de dos hermanos, Natalia y Pedro, que están en su casa, chateando en la computadora y escuchando música, cuando de pronto se corta la luz. Ellos quedan inmóviles, pensando qué otra cosa pueden hacer, hasta que toman conciencia de que todas las actividades que cruzan por su mente requieren electricidad. Es entonces que deciden jugar a ser detectives para aprender un poco más sobre la energía”.

Si el mundo entero imitara a la familia modelo de esta nota, otro gallo le cantaría; seguramente en el futuro no se quedará en la inopia, a oscuras. Si se eliminaran gradualmente las inútiles bombillas incandescentes por bombillas de bajo consumo, anualmente se ahorrarían 120 000 millones de dólares al año.

De acuerdo a las Naciones Unidas, los hogares consumen el 29% de la energía mundial, y según   los pronósticos el uso de energía en los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), entre los cuales en el Continente americano están Canadá, Chile, Colombia, EE UU y México, el consumo de energía seguirá creciendo en los 36 países de la OCDE otro 35% para 2020. Esa cifra podría revertirse si se empleara más fuentes de energía como la hidroeléctrica, la solar y la eólica (viento), fundamentalmente en sectores como la calefacción y el transporte. En el Perú, que tienen reservas importantes de gas natural, las energías renovables representan el 5% de la matriz eléctrica del país.

En el año 2020 tras trece años de espera, en EE UU los más de 4 mil millones de casquillos de iluminación contarán con bombillas de bajo consumo. En los países suramericanos se transita lentamente a esa tecnología.

Paradójicamente frente al derroche en el consumo de energía eléctrica en el hogar, industria, comercio y edificios públicos, “Hoy en día, cerca de 1000 millones de personas aún viven sin electricidad, y cientos de millones más viven con un suministro insuficiente o poco confiable”, indica el Banco Mundial.

La ONU insta a la comunidad internacional para que apague las luces que no se necesitan, desconéctelos electrodomésticos que no se usan, emplee menos agua caliente y exija una economía de energías renovables. Ahorrar energía es un hábito que se aprende desde la niñez.

En Brasil, Colombia, El Salvador, México y Perú el BID (El Banco Interamericano de Desarrollo), se encuentra en proceso de implementar las soluciones de inversión en medidas EE (eficiencia energética).

@luforero4