El hambre: El problema más grave del mundo

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Por: Luis Eduardo Forero Medina 9 Julio, 2019

“Cada vez son más quienes, por desgracia, forman parte de ese número ingente de seres humanos que no tienen nada, o casi nada, que llevarse a la boca”, dijo el papa Francisco en octubre de 2018.

“Cada vez son más quienes, por desgracia, forman parte de ese número ingente de seres humanos que no tienen nada, o casi nada, que llevarse a la boca” (Francisco a la FAO, 16/10/2018).

Desde 1945 se sueña con un futuro de la familia humana sin hambre realizando jornadas, marchas, conferencias, declaraciones, etc.

La moda ahora es el objetivo de desarrollo sostenible No 2-2030: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.

Hace 40 años san Juan Pablo II, para quien de todos los problemas que padece la humanidad, “el más grave y el más urgente es el del hambre”, dijo que “el tiempo de las ilusiones ha terminado; esta lucha no puede satisfacerse con llamamientos a los sentimientos, con manifestaciones esporádicas e ineficaces de indignación” (Discurso de JP II en la FAO, 12/11/1979).

El papa Francisco de las cruzadas contra el hambre espera que esas decisiones “no se quede sólo en el papel o en las intenciones que guiaron las negociaciones, sino que prevalezca decididamente la responsabilidad de responder concretamente a los hambrientos” (Francisco, 11/11/2015).

El problema muchas veces se circunscribe a contentarnos “con recoger información o saciar nuestra curiosidad”, o efectuar “solemnes eventos, compromisos que nunca llegan a materializarse o vistosas publicaciones destinadas solo a engrosar catálogos de bibliotecas”. Tampoco son “las pomposas declaraciones las que extirpen definitivamente esta lacra”.

¿De dónde procede el hambre en el mundo? “Proviene además del hombre mismo, de las deficiencias de la organización social, que impide la iniciativa personal, e incluso del terror y opresión de sistemas ideológicos y prácticos inhumanos”. (JP II en la FAO, 12/11/1979).

Así mismo a “la falta de compasión, el desinterés de muchos y una escasa voluntad social y política a la hora de responder a las obligaciones internacionales”. (Francisco, 27/06/2019).

La especulación en los precios de los alimentos son otra de los orígenes de la hambruna como lo advierte El Vaticano. “Precios tan volátiles impiden a los más pobres hacer planes o contar con una nutrición mínima; no podemos olvidar la especulación financiera: un ejemplo son los precios del trigo, el arroz, el maíz, la soja”.

 “¿Qué podemos hacer? Más aún, ¿qué es lo que ya yo estoy haciendo?”, se preguntó el Pontífice Romano el 11 de junio de 2015.

“A veces se tiene la sensación de que el hambre es un tema impopular, un problema insoluble, que no encuentra soluciones dentro de un mandato legislativo o presidencial y, por tanto, no garantiza consensos; nos escudamos tras la cuestión de la crisis económica mundial y la idea de que en todos los países hay hambre”. Los dirigentes “en vez de actuar, preferimos delegar, y delegar a todos los niveles. Y pensamos que alguien habrá que se ocupe, tal vez otro país, o aquel gobierno, aquella Organización internacional”.

El cáncer del hambre y malnutrición es diferenciado en Norte y Sur. En este lado “se ha de poner la atención en la cantidad de alimentos suficiente para garantizar una población en crecimiento”, en aquel, “el punto central es la calidad de la nutrición y de los alimentos”.