La Contraloría de ayer y de hoy

https://economiacolombiana2.blogspot.com/2019/07/la-contraloria-de-ayer-y-de-hoy.html

Por muchos años en Colombia la Contraloría que data de 1923 se dedicaba a ejercer su función exclusivamente en la capital de la República, posteriormente cada departamento fue organizando su ente de control y continuó con la misma línea burocrática; despachando desde sus escritorios y con un teléfono se limitaban a recibir enormes paquetes de papeles de los municipios, a donde nunca iban; tampoco la comunidad sabía de su existencia. Todo se limitaba a un control previo y posterior, que terminaba en un fallo sancionatorio.

Hoy la Contraloría al menos la de Cundinamarca que es la líder entre 62 territoriales, dejó esa maña burocrática centralista y se traslada a los municipios cundinamarqueses para compartir con la comunidad “el sufrimiento y la desazón que les dejan aquellas acciones de los administradores inescrupulosos que desangran el patrimonio público de los cundinamarqueses”, expresó el contralor de Cundinamarca”, Ricardo López Arévalo, elegido por un concurso de méritos en el que participaron otros 41 aspirantes.

Hoy la Contraloría de Cundinamarca anda de la mano con los más de 2 millones 700 mil habitantes del departamento; tiene abiertas sus puertas en Bogotá a todo el mundo, sin distinción; posee manos limpias, extingue elefantes blancos, practica la usatón (“lo que se compra se usa”), conforma veedurías ciudadanas, genera, alertas tempranas, está creando una moral cívica y pública, vela por la debida inversión de los recursos, efectuando planes de mejoramiento, observaciones, hallazgos, pronunciamientos, advertencias; evita cierre de hospitales por las eternas deudas; en fin puso en marcha los Contralores Escolares, que actualmente participan en el concurso “Semillero de Valores”, en el que sólo 21 municipios, entre ellos Pacho, han presentado propuestas en este programa que ha contado con la participación de más de mil estudiantes de colegios departamentales, “fieles escuderos” que escoltan la gestión del contralor departamental en la vigilancia de los recursos públicos asignados a la educación. Cada Contralor Escolar está llamado a convertirse en otro “Pedro Pascasio Martínez”, “el joven que hace 200 años en los campos de independencia dio ejemplo de honradez, transparencia e integridad”.

La Contraloría de Cundinamarca que tiene como meta “no más obras inconclusas sin responsable fiscal”, ha hecho hallazgos monstruosos como elementos de salud pudriéndose en los almacenes  de las instituciones, despacho de elementos que no se necesitaban en una institución, compra de equipos médicos que siguen abandonados en pasillos o al descubierto sin estrenar; y el record Guinness, el de la sala de partos del Hospital de Ismael de Silvania, que estuvo fuera de servicio por mucho tiempo por la no compra “de un tornillo de tan solo centímetro y medio, para ajustar el vidrio de la lámpara”

El top de los elefantes que la actual Contraloría de Cundinamarca contribuyó a terminar son: el Hospital de la Vega, el Hospital Regional de Zipaquirá, la construcción del acueducto de La Mesa-Anapoima, el centro deportivo de Cota, la construcción de 25 metros del Pontón Férro, la terminación del Centro deportivo en Guatavita, la terminación del Coliseo Cubierto de Bojacá y un salón de cómputo en San Francisco que completaba 18 años de estar en obra.

La Contraloría de Cundinamarca reconoce que las provincias más rezagadas son Rionegro, Oriente, Medina y Sumapaz.

@luforero4