Nuevo Jefe

Llegar a un empleo de primera vez, siempre es difícil, por más inteligencia emocional que se tenga; pero llegar nuevo y siendo el jefe creo que es aún más estresante, por lo menos da nervios. Como cuando hablas por primera vez en un escenario, pero se te empieza a borrar el discurso e improvisas. Alguna vez me paso, solo que me quede en blanco y por mi mentalidad cuadrada no supe improvisar, me asuste. Recordé algo para mi importante que me dijo mi maestra en primaria, “si eres tú mismo, nunca deberás mentir o aparentar y será más fácil mostrar quién eres y hablar con pasión. Los demás sin dudar te respetarán y si coincides con ellos, te seguirán”. Como un rayo de luz, si como en las películas, me salvo recordar esta observación, para hablarle a mi nuevo equipo, desde el fondo de mi corazón, les mostré mi interés de estar ahí, sin improvisar sin preparar nada, aprovechando esa primera impresión, para mostrar en pocos minutos pero de manera contundentes quien era yo verdaderamente, no por caer bien a todos, más bien para abrir la posibilidad de apoyo y comprensión al equipo para trabajar en armonía pero con el enfoque en desarrollar las capacidades como seres humanos y conseguir los objetivos propuestos. En resumen, todo el mundo es nuevo el primer día en cualquier posición y debe escuchar y asimilar su entorno, así mismo debe calcular la cantidad de pasión y compromiso que le pondrá a la actividad, pero lo más importante la capacidad de escucha, dinamismo, resolución y comprensión que será para su equipo. Aclaro en cualquier posición.