¿Porque la Consultoría Empresarial?

Está es una pregunta, que a lo largo de mi carrera profesional de algo mas de 16 años, muchas personas allegadas, familiares, clientes, compañeros de trabajo, amigos y personas que con los irés y venires de los proyectos en los que he estado me han preguntado con mucha frecuencia.

La realidad es que es una pregunta difícil, planteada desde la situación de cualquier persona que en su día a día, al verse en una dificultad en cualquier aspecto de la vida, seguramente bajo la necesidad de tomar una decisión importante y a partir de esa coyuntura seguramente se ha planteado algunos interrogantes, ¿debo de consultarle a alguien? o ¿Alguien me puede dar un consejo valido? ¿Será que el panorama está completo? ¿He visto todos los factores claves para decidir? Y así sucesivamente van surgiendo más y más preguntas; como seres humanos, con virtudes, defectos y teniendo en cuenta que nuestro tiempo es limitado en esta vida, el proceso en la mayoría de los casos se termina decantando en una apuesta, en el mejor de los casos, esa persona le consultó a algún hermano, a su espos@, a sus padres, o a alguna persona cercana, esto es importante porque nuestra cultura nos lleva a no contar muy a menudo nuestras grandes decisiones, por lo general por los golpes que da la vida, aprendemos a ser reservados y si en el mejor de los casos le consultamos a alguien, con esa opinión favorable o desfavorable, nos echamos una bendición, un lance de cara o cruz y la suerte fue echada, el proceso seguramente para una situación clave, definitiva en muchos aspectos y porque no, crucial para la persona, terminó formulada y tomada dándose un salto de fé, un paso al vacío; con esta dinámica seguramente se han tomado la mayoría de las decisiones en la vida y están en este punto de la vida gracias o por culpa de este proceso.

Frente a este panorama, la pregunta es, ¿es necesaria la consultoría? La mayoría de las decisiones se toman sin consultar, cada quien asume sus riesgos y sus consecuencias, por eso la famosa frase: “ nadie sabe la procesión que va por dentro”, frase que se ajusta muy bien a nuestra idiosincrasia de somos fuertes, somos hombres y respondemos por nuestros actos, muchos por no decir todos, hemos estado en situaciones difíciles y en su mayoría por nuestras propias decisiones, desde la selección de la pareja, hasta la compra de un carro, un inmueble, el desarrollo de un negocio, una importante inversión, etc; algunas han sido triunfos rotundos, que jamás nos arrepentiríamos y claramente en estos casos será consecuencia de nuestras capacidades, habilidades, intuiciones y porque no, de nuestros conocimientos; de las otras seguramente el proceso o la decisión en si sería diferente y en estos casos la suerte jugo en nuestra contra.

Quiero enfatizar que cuando hablo de situaciones difíciles en el párrafo anterior, me refiero realmente a situaciones difíciles, realmente complejas, deudas monstruosas donde los pagos implican ingresos futuros no garantizados, negocios milmillonarios que no tenían las coberturas y garantías para hacerse, recaudaciones de dinero familiar para desarrollar negocios fabulosos de la noche a la mañana, cuando hablo de líos, me refiero a ese tipo de líos, donde todos hemos escuchado casos como esos, incluso hemos tenido parientes o conocidos y porque no, hemos estado en ese tipo de problemas. Algunos serán vistos como estafas, que incluso nos da pena reconocer, estafas que debimos de haber visto, pero no sucedió y por lo general cuando el agua está en el cuello queremos ahí sí, encontrar esa solución simple, rápida, esa epifanía que nos salve de esta situación.

Cuando me lo han preguntado, les he contado que también he estado en situaciones en las que me he arrepentido, he estado profundamente arrepentido, desaciertos totales; lo más cómico de la situación es ver las caras de incredulidad y en sus ojos verse la obvia conclusión: “Como alguien que da consultorías, asesora a otras personas a otras empresas; como le ha podido pasar eso”, los ojos son las ventanas del alma y cuando se observan con profundidad te dicen las cosas como son, pero bueno, ese es otro tema; la verdad es que si, me ha pasado, soy Colombiano y mucho de lo que he descrito atrás, hay una parte de mi ahí, que he visto en muchas personas con las cuales he interactuado, cuando me están contando sus estados, sus situaciones, sus causas, eso que les describí brevemente, eso se repite una y otra vez y me acuerdo de ese sentimiento, regresa ese sentimiento de sentir que el agua esta en el cuello y que ya no das, que tal vez lo mejor sería tirar la toalla, dejar las cosas, volver a empezar. Esa situación es probablemente la más frustrante que se puede tener, en especial cuando terminas con una mano adelante y la otra atrás, la sensación de volver a comenzar desde cero es todo un desafío y es de esos momentos en los que otra frase muy famosa la resume “lo que no te mata te hace mas fuerte”, seguramente nuestras vidas son eso, ser más fuertes, ser más sabios, ser más capaces, de acuerdo a nuestras decisiones. 

Regresando nuevamente a nuestra pregunta inicial, la situación en las empresas son un poco distintas, hago la aclaración referente a la diferencia entre los negocios y las empresas en marcándolo para este caso en la estructuras de toma de decisiones que puede ser “Monoestructural” o “Pluriestructural”, el concepto, es obvio, pero lo explico de la siguiente forma, en el primero es un solo tronco y en el segundo es una ramificación, donde hay distintos niveles, roles, complejidades, especialidades, responsabilidades, etc; en el primero la estructura es plana en la segunda la estructura tiene instancias, salientes, entrantes y una cúspide claramente identificable; entonces cuando las responsabilidades están limitadas, cuando están repartidas, cuando están colegiadas, se crea la necesidad de tener mayores salvaguardas en el proceso de toma de decisiones y cuando esto sucede, se requerirán más ojos, más manos y más ideas que aporten a esos objetivos, se vuelve imperante que todos esos recursos aporten y aseguren  la generación de valor; ahí cobra sentido la consultoría y surge la necesidad de incorporarse esas manos, ojos e ideas adicionales. A esto surge una pregunta: ¿si eso es así, porque los consultores no están en el día a día? Si el objetivo es generar valor, ¿porque no maximizarlo en el día a día? Bueno, no me quiero alargar en este punto y seguramente profundizaré más sobre este tema en otra oportunidad. Pero también surge otra pregunta, ¿no es un riesgo que un consultor me quite mi negocio o mi idea de empresa? Jajajaj es otra buena pregunta que seguramente la abordaré más adelante.

Ya para finalizar, si se encuentra ante una decisión importante, le recomiendo que primero: comparta la situación o una situación similar si es muy personal y no desea quedar “expuesto”, entre más personas pueda involucrar directa o indirectamente será mejor, no dude en tener que pagar, ahorrar centavos para perder millones no es una posición sensata, este dispuesto a escuchar, pese a que la situación y en consecuencia la solución puede ser muy lógica consulte; muchas veces las situaciones obvias en otros ojos no son obvias, las cosas que se veían fáciles, no lo son, las únicas soluciones, se pueden convertir en una infinidad de salidas y consecuencias, lo que consideraba que no era posible bajo los argumentos correctos puede ser que si sea posible, lo importante es que se dé tiempo, siempre hay un poco más de tiempo ante una decisión importante, al final la decisión será suya y solo suya, pero es mejor, haber escuchado, visto y analizado otros argumentos diferentes a los propios, a lo mejor solo ratificará su idea inicial, pero seguramente en el proceso ha aprendido algo nuevo. Si en el proceso siente que no está recibiendo los aportes correspondientes, seguramente está consultando a las personas equivocadas, si recibe una opinión que no le parece, trate de entender los argumentos, tómese el tiempo de entender otros puntos de vista, a muchas personas no les gusta, pero sucede que los otros puntos de vista nos prepara para afrontar imprevistos y en una situación difícil lo mas importante es actuar a tiempo.

Agradezco su tiempo y seguramente si tienen alguna inquietud con gusto la tendré en cuenta, si desean que escriba sobre algún tema específico con gusto lo incluiré entre mis opciones, ¡¡les deseo un buen día y muchos éxitos!!